TEMPORADA DE HURACANES
En México en los meses de mayo a noviembre tenemos la temporada de huracanes, en la que hay en promedio 25 huracanes al año, los huracanes son ciclones tropicales acompañados de tormentas, conformado por vientos muy intensos que alcanzan más de 119 km/h. En el país existen cuatro zonas donde se originan los huracanes: Golfo de Tehuantepec, Sonda de Campeche, Caribe Oriental y Región Atlántica, son regiones donde varios factores promueven la formación de estos eventos.
En el 2023 el huracán Otis ocurrió en la zona del Pacífico, en el transcurso de doce horas cambió de tormenta tropical a huracán con vientos de 270 km/h cuando tocó tierra en Acapulco, ha sido uno de los huracanes más fuertes que ha tocado tierra. Otro ejemplo este año fue el huracán Milton, que ha sido uno de los más intensos registrados en la zona del Atlántico, alcanzando vientos de hasta 290 km/h.
En el caso de estos huracanes, Otis y Milton, son huracanes que aumentaron su intensidad debido a la temperatura de la superficie del mar, la cual se encontraba 3 grados por encima del promedio y esto, aunque suene poco, es suficiente para intensificar la fuerza de los vientos que conforman el huracán.
El cambio climático, es una modificación del clima que ha incrementado la fuerza de los huracanes, ya que está elevando la temperatura de la superficie oceánica. Las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles son una de las principales causas de los gases de efecto invernadero que están promoviendo con tanta rapidez el aumento de la temperatura.
Que haya huracanes de mayor intensidad tocando tierra es un mayor riesgo para las personas, esto puede significar, pérdida de vidas humanas, destrucción de viviendas y otros bienes, impactos sobre la salud y el bienestar físico y mental de las personas. Si aumenta la frecuencia de estos eventos también puede aumentar la vulnerabilidad de la población en ciertas zonas.
Responder a estos retos requiere de la acción de todos en diferentes escalas. Además de conocer las medidas para responder a estos eventos es importante llevar a cabo acciones de mitigación y adaptación. Para mitigar es necesario reducir los gases de efecto invernadero y la adaptación requiere que aumentemos la resiliencia comunitaria, esto puede incluir un nuevo ordenamiento del territorio, encontrar nuevas estrategias como las basadas en la naturaleza y generar alianzas para dar una mejor respuesta a la población ante estos sucesos.
Paulina Trejo Barocio
Ana María Jiménez Aparicio